miércoles, 21 de enero de 2009

Dime dónde está tu tesoro...


Dime dónde está tu tesoro…


Vivimos sumergidos en un torbellino de ofertas y demandas de toda índole, el sistema de este mundo ha creado una escala de valores donde el dinero, el confort, la ambición, la avaricia, la corrupción, la indiferencia, el rencor, la venganza y el egoísmo ocupan los lugares más importantes en el pensamiento en el pensamiento del ser humano.
El mayor anhelo del hombre es poseer riquezas para sentirse importante, valioso, poderoso.
Dejar herencia material a nuestros hijos ocupa un lugar muy importante en las prioridades.
La vida transcurre a gran velocidad para tratar de alcanzar esas metas impuestas por el materialismo y el status.
Todo eso hace que las personas estén tan ocupadas y afanosas que nunca tienen tiempo para detenerse y prestar atención a las cosas que verdaderamente importan al corazón y al espíritu.
Si tienes que elegir, prefiere el buen nombre a las muchas riquezas, porque ser tenido en buena estima es mejor que la plata y el oro.
El rico y el pobre son iguales ante Dios, que los hizo a ambos.
No te fatigues tratando de hacerte rico. ¿Para qué pierdes TODO tu tiempo SÓLO en eso? Las riquezas pueden desaparecer como si tuvieran alas, como se van, pueden volver. Pero escucha bien, la vida también pasa como si tuviera alas, pero nunca, nunca vuelve; porque tu vida no es más larga que tu mano. Tu vida entera no es más que un momento para ti. El hombre orgulloso es frágil como el aliento, simple sombra, y sus múltiples afanes a nada conducen; amontona riquezas para que otro las derroche. El hombre que acumula riquezas en la Tierra y no las acumula en el Cielo, es necio.
El rico piensa que su riqueza es fortaleza inexpugnable, alto muro de seguridad ¡Sueño necio! Solamente Dios es fortaleza inexpugnable, sólo los que acuden a Él encuentran seguridad.
Comunidad Cristiana Cruz de Gloria te dice hoy:
“El corazón del hombre está siempre donde está su tesoro”.
¿Dónde está tu tesoro? ¿En la ambición, en la avaricia, en el dinero, en las riquezas, en el poder?
Escucha mientras estés a tiempo, escoge el mejor tesoro, acumula integridad, honestidad, verdad, fidelidad, sabiduría, amor, perseverancia. Ama lo bueno y rechaza lo malo. Sólo así acumularás tesoros en los Cielos, donde nada se envejece ni se agota, donde no hay ladrón que arrebate, ni polilla que destruya.
Recibe hoy el más grande de los tesoros, repite conmigo: “Jesucristo ven a mi corazón”.

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