miércoles, 11 de febrero de 2009

La casa que se desliza




Noches pasadas tuve un sueño.
Veía construir una casa sobre cimientos fuertes y profundos.
Al poco tiempo de terminada, entraron alimañas y comenzaron a hacer guaridas al ras del piso carcomiendo la unión de la casa con sus cimientos.
Tantas fueron las alimañas y sus cuevas que la casa terminó soltándose del piso y comenzó a deslizarse lentamente.
“Hijo mío si recibes mis palabras y guardas en ti mis mandamientos, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría…….. Serás así librado de la mujer ajena, de la extraña que halaga con sus palabras, que abandona al compañero de su juventud y se olvida del pacto de su Dios, por lo cual su casa de desliza hacia la muerte y sus veredas hacia los muertos”. (Prov. 2:1-16 al 18)
Hay personas que al conocer a Jesús lo reciben en su corazón y sus vidas comienzan a ser edificadas por la palabra mediante discipulados personales, lecturas bíblicas, encuentros, etc ; pero pasado un tiempo comienzan a abrir sus puertas nuevamente al mundo y es ahí cuando penetran las alimañas, cuando comienza el “adulterio espiritual”.
Santiago nos dice en el versículo 4-4; ¡Adúlteros! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios?
Cualquiera, pues que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios.
Cuando el corazón comienza a ser adúltero, por momentos ama al Señor y por momentos ama al mundo, se corre peligro de que nuestra casa se deslice irremediablemente hacia la muerte.
Deut. 30:19 nos dice:
“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros de que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues la vida; para que vivas tú y tu descendencia.”
Señor Jesús, mi corazón te reconoce como el Camino, la Verdad y la Vida; escojo hoy y para siempre ese Camino para conocer siempre la Verdad que me conduce a la Vida, escojo edificar mi casa sobre la Roca, cerrar las puertas al pecado y rechazar la amistad con el mundo.
Mi corazón te dice: Jesús, eligiéndote cada día de mi vida, elijo la VIDA.

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